lunes, 16 de noviembre de 2009

¿Qué puedo hacer si tengo un alumn@ con problemas de habla o lenguaje?


RECOMENDACIONES PARA LA CLASE ORDINARIA EN EL ALUMNADO CON PROBLEMAS DE HABLA Y/O LENGUAJE:


1. ADAPTAR NUESTRO LENGUAJE AL NIÑO

  • Hablarle más despacio de lo habitual, aunque teniendo cuidado de no romper la entonación y prosodia natural.
  • Pronunciar claramente las palabras. Marcar o “exagerar” ligeramente la pronunciación de los sonidos, fundamentalmente aquellos que el niño o la niña suele decir mal u omitir.
  • Utilizar frases sencillas, adaptadas al nivel de producción del alumno o alumna con problemas. Ajustaremos el tamaño y la complejidad de nuestras frases a su nivel. Usar frases sencillas nunca supondrá utilizar un lenguaje “infantil” o distorsionado, debemos hablar correctamente.
  • Recalcar las palabras o tipo de frases que queremos que aprenda a decir mejor, repitiéndolas a menudo. No se trata de repetirlas exactamente como un disco rayado, sino de un modo natural, haciendo reformulaciones de un mismo mensaje. Ej. “mira el coche”, “¿este coche, es tuyo?”, me gusta tu coche” ... (en el caso de un niño que ya es capaz de producir la /k/ pero no la tiene automatizada en su lenguaje espontáneo)
  • Evitar realizar enunciados interrumpidos o desordenados.
  • Hablarle a menudo. No se trata de bombardearle con un lenguaje excesivo, sino de hablarle de aquello que le interesa y de lo que compartimos con él o ella. Debemos hablarle en aquellas situaciones en las que estamos haciendo o mirando cosas juntos; hablarle de lo que estamos haciendo en cada momento (ej. ahora voy a escribir en la pizarra mientras vosotros me miráis, ahora todos juntos vamos a sentarnos mirar este mural que hay en la pared, ¿qué veis?...). Esos buenos modelos de habla terminarán siendo asimilados por el niño o la niña más tarde o más temprano, de forma natural.
  • Hablar con frases cortas, procurando referirnos a acontecimientos presentes. En el caso de hablar de acontecimientos futuros o pasados, dejaremos los referentes temporales bien claros.

2. POTENCIAR O FAVORECER LOS INTERCAMBIOS COMUNICATIVOS

  • Atender y escuchar todos los intentos del alumno o alumna por comunicarse, por decir algo.
  • Adoptar una actitud positiva frente al niño, hacerle ver que los interesa lo que nos diga y mostrarle nuestro contento por sus intentos de hablar mejor y/o de contarnos cosas.
  • Tener todos los días un tiempo destinado para hablar directa y exclusivamente con él o ella. Debe ser un periodo diario, o varios periodos cortos, donde estemos con el alumno o la alumna directamente, procurando que haya silencio alrededor.
  • Al escuchar y atender lo que dice el alumno o alumna, usaremos una técnica que favorece que el niño aprenda a hablar mejor, se llama la técnica de expansión. Ante una emisión del niño o la niña, el profesor o profesora le responde haciendo un comentario que “repite” el su enunciado mejorándolo o ampliándolo. A modo de comentario natural, el profesor o profesora reformula lo que ha dicho el niño o niña ampliando su frase o formulándola en términos más “adultos” o más complejos sintácticamente. Ejemplo: -niño- “pipi” -adulto- “quieres ir al baño?”, o -niño- “ovio casa”, -adulto- “bueno, se te olvidó el libro en casa, no pasa nada”.
  • Evitar sobre todo la corrección directa (“así no se dice”, “lo dices mal”, etc) utilizar estrategias que favorecen la autocorrección por parte del alumnado. Se trata de que se corrija por sí mismo sus enunciados o palabras mal dichas, dándose cuenta de la necesidad de decirlo mejor para ser entendido. Es importante sobre todo, no tratar de corregir más de una cosa a la vez dentro de un mismo enunciado.
Estrategias que favorecen la autocorrección
  1. CORRECCIóN INDIRECTA: El adulto responde a una emisión del niño, con un comentario natural que corrige su enunciado. El adulto “devuelve” al niño su emisión pero corregida, de este modo, le da un modelo adecuado. No se le pide nada al niño, pero si éste se autocorrige o repite lo que el adulto ha dicho se le alaba positivamente (“que bien lo has dicho”, “que bien dices boca”, etc) Ej: niño- “una bota”, -adulto- “una boca, sí”; -niño- “pito e cote” -adulto- “¿pintas el coche?, ¡qué bien pintas el coche!”)
  2. PETICIONES DE CLARIFICACIÓN O ACLARACIÓN DEL MENSAJE: Se trata de hacer una pregunta o un comentario que indiquen al niño que su emisión no ha sido bien entendida, y/o que debe completarla o mejorarla. Estas peticiones deben estar adaptadas al nivel de conocimientos del niño o la niña.
  • Sólo se podrá autocorregir lo que potencialmente puede decir bien (es decir, aquellos sonidos que dice bien a veces, aquellos que ha estado trabajando (con la maestra de AL y en la clase), aquellos que es capaz corrigir por imitación...).
  • Las peticiones de clarificación pueden tomar múltiples formas “¿qué?”, “¿cómo?”, “no te he oído, dímelo otra vez”, “¿un pato?” (cuando el niño quiere decir plato...) Ej. -niño- “voy a tasa” (casa) -adulto- “¿vas a beber de una taza?”...
3. PREGUNTAS DE ALTERNATIVA FORZADA. Se trata de preguntas que ofrecen al niño dos posibilidades de respuesta, una de las cuales es correcta, por lo que se le da el modelo correcto de emisión que queremos conseguir. -niño- “pinta un toche”, -adulto- “¿pinto un techo o un coche?” -niño- “el papá come ea cuchara”, -adulto-”¿come una cuchara o come con la cuchara?

Ante todo, atento a tu lenguaje, ten en cuenta que tú, como su maestr@ eres su principal modelo. Pero tampoco te preocupes ni te angusties, si surge algo que llame tu atención o si tienes alguna duda sobre cualquier alumno o alumna, porque presenta alguna dificultad de habla... no vaciles en preguntarle al maestr@ de Audición y Lenguaje del centro. Estamos aquí para ayudarte en lo que podamos.


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